A partir del 1 de julio y con el fin de evitar cualquier posible interacción de peatones con el tráfico en las autopistas y autovías, la Dirección General de Tráfico eximirá de la obligación de colocar sobre la calzada, cualquier clase de dispositivo o señal que provoque que el conductor deba desplazarse a pie por la calzada generando interacciones persona-vehículo potencialmente peligrosas, debiendo observar el resto de normas de actuación contempladas en el Reglamento General de Circulación en caso de avería o emergencia.
Por lo tanto, en autopistas y autovías no se formulará denuncia a los conductores de los vehículos que por accidente o avería queden inmovilizados y que disponiendo de triángulos de preseñalización de
peligro no hagan uso de los mismos.